Capítulo 100 Seamos solo amigos

Susana permaneció en silencio. Julián la observó con calma y dulzura. —¿Y qué es lo que quieres? —Yo... Prefiero que seamos solo amigos. —De acuerdo. —La gran mano de Julián acarició con suavidad la cabeza de Susana—. Será como tú digas. Al ver su expresión, el corazón de Susana se sintió aún más pesado. Julián prosiguió con serenidad: —Mientras tú te sientas tranquila, yo aceptaré lo que quieras. —Julián... —No pongas esa cara. ¿Acaso no somos amigos? —dijo él, pellizcándole suavemente la mejilla—. Si tú eres feliz, yo también lo seré. ... Al regresar a casa, Susana fue directo a su habitación y llamó a Beatriz para contarle sus inquietudes. Preguntó Beatriz, sorprendida: —¿De verdad te dijo eso? —Sí —respondió Susana con desánimo. —¿Y en qué se diferencia eso de una confesión? Te lo dije, él claramente siente algo por ti. —Pero yo sigo pensando que es imposible... —Suspiró Susana—. No sé qué hacer. —¿Y qué tiene de complicado? Mientras no te dejes engañar, aunque sigas siendo amiga d