Capítulo 113 Los Cuervos Negros
El hombre, al notar la forma en que Gonzalo vestía, se dio cuenta de inmediato de que no era una persona del común: —¿Ustedes quieren defender a estos dos ancianos? ¡Con mil dólares basta!
—Perfecto. Te los daremos cuando estés muerto. —Respondió Susana con calma.
—¡Maldita mujer! —La mujer, furiosa, se abalanzó hacia Susana intentando agarrarla del cabello.
Había pasado muchos años en el bajo mundo; para ella, golpear a otra mujer era cosa fácil.
—¡Ahhh!
Un grito desgarrador rompió el aire. La mano de la mujer fue atrapada y, en el siguiente instante, un golpe la hizo volar por los aires.
Susana no daba crédito a lo que veía.
Estaba a punto de actuar cuando, para su sorpresa, la mujer ya estaba tirada en el suelo.
Alzó la vista y vio a su lado a Julián. Probablemente acababa de salir de la empresa: vestía un traje impecable, y ni siquiera el breve altercado había alterado su porte ni su respiración.
—¡Ustedes! ¿No saben quiénes somos? ¡Somos Los Cuervos Negros! —Gritó el hombre con vo

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