Capítulo 122 Discusión

—Sí, señor Benito, ¿qué está pasando realmente? ¡No queremos comprar copias! Todos los presentes eran personas de estatus y prestigio. Benito maldijo en su interior y dirigió una mirada fría y severa hacia Susana: —Susana, habla tú también. ¿Qué está ocurriendo aquí? Su mirada llevaba una advertencia implícita. Si Susana fuera sensata, debería admitirlo y disculparse, minimizando así el impacto. Pero Susana respondió con serenidad: —Dolores me plagió. En cuanto lo dijo, el lugar quedó en absoluto silencio. Tras unos segundos, Fabián casi se levantó de un salto y gritó, fuera de sí: —¡¿Susana, no tienes vergüenza?! ¿Dolores te plagió a ti? ¿Qué tienes tú que valga la pena copiar? Dolores también se mostró sorprendida, pero enseguida adoptó una expresión dolida: —Susana, ¿cómo puedes decir eso de mí? ¡Yo, para proteger tu imagen, ni siquiera conté la verdad! —Claro que no dirías nada, ¡porque fuiste tú quien me copió! ¿Crees que tienes dignidad para hablar? —Replicó Susana sin titubear,