Capítulo 36 En contra
¡Así que era eso!
El corazón de Susana se estremeció al comprender aquella melancolía apenas perceptible en Julián.
Un hombre tan distinguido como él también cargaba con un pasado doloroso.
Ya entrada la noche, Susana conversó un rato con Beatriz y luego se fue a descansar.
Al día siguiente.
Todos comenzaron a levantarse y a marcharse uno tras otro.
Julián regresó a la sucursal del Consorcio Atlas.
Nancy lo llamó entre sollozos. —Julián, ¿por qué no aceptaste mi regalo? ¿Hay algo que quieras que te regale?
—No necesito nada, señorita Nancy —respondió él con frialdad antes de colgarle.
Tras concluir unos asuntos, Julián salió de la oficina y vio a su asistente deambulando con nerviosismo en la entrada.
—¿Pasa algo? —preguntó Julián.
Al verlo, el asistente se puso aún más inquieto. Tras unos segundos de vacilación, escondió una caja detrás de su espalda. —Señor Julián, no es nada.
—¿Qué tienes ahí? —Su voz sonó grave.
El sudor frío comenzó a resbalar por la frente del asistente.
Estaba p

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