Capítulo 13

Como Rainey quería fingir ser la mejor persona, la complací. Por eso, no me disculpé.  Miré a la multitud y los sonreí. Estaban felices de presenciar el drama. Me volteé hacia la mesa, para dejar la copa vacía y agarrar otra llena. “Tienes razón”, respondí en tono despreocupado. “Estoy muy estresada, y me dijeron que esta es una gran manera de relajarme”, le sonreí. “Entonces, si no te importa, te lanzaré otra”.   Al levantar la mano, incliné la copa. Pude ver cómo el líquido carmesí aterrizaba en su rostro como una pequeña cascada. Un jadeo general se escuchó del lado de los espectadores. Ni debían molestarse en desperdiciar pañuelos. El rostro de mi tía estaba más rojo que una manzana Honeycrisp madura.  En parte, por el vino. Pero esperaba que gran parte de ello fuera el enojo que estaba sintiendo. Verla en esa situación fue demasiado satisfactorio. Y la mirada atónita de Shannon fue la guinda del pastel. Entonces, la segunda bofetada del día, por parte de mi madre, aterrizó en mi