Capítulo 357

Vanessa no me dio la oportunidad de hablar. Ella me igualó bebida por bebida, hasta que Kieran me llamó. "Es hora de volver a casa, cariño", dijo. 'Ken no se irá a dormir sin ti. Estaré allí en quince minutos. Pagué la cuenta y le pregunté a Vanessa: "¿Condujiste hasta aquí?" "No", Vanessa negó con la cabeza. "Tomé un taxi". 'Bien.' Como ninguno de los dos podía caminar en línea recta sin ayuda, pensé que sería buena idea que alguien más tomara el volante. "Las cosas que me dijiste", dije. 'Prometo que no se lo diré a nadie. Ni siquiera mi marido. Vanessa no dijo nada y solo me dio unas palmaditas en la espalda. Nos apoyamos el uno en el otro y nos dirigimos hacia la salida. Era cerca de medianoche. El bar estaba lleno. Mientras me abría paso entre la multitud, una mujer tropezó y cayó. Su minifalda roja se subió, dejando al descubierto un par de piernas bien formadas y el dobladillo de su ropa interior. Antes de que pudiera levantarse, alguien le arrojó una bebida. Su blusa estaba emp