Capítulo 107

Desde que Wálter tomó las riendas del Grupo Nubes, había conocido a una gran variedad de personas. Por lo tanto, la indiferencia de Lucía no pasaba desapercibida para él. —¿Qué sucede? —preguntó él, fijando su mirada en ella, lo que la hizo sentir algo inquieta. —Quiero comer el pescado a la veracruzana que tú tan rico haces. —Wálter se acercó cuidadoso y con suavidad apartó un mechón de cabello de su rostro detrás de su oreja. Su voz era suave, pero llevaba un tono de presión implícita. Sus dedos fríos rozaron con delicadeza la mejilla de Lucía. Un cosquilleo bajo por su cuerpo. Lucía vaciló por un momento, luego se levantó y esbozó una ligera sonrisa: —Entonces, iré a prepararlo. Ella accedió con rapidez y se dirigió hacia las escaleras. Wálter quedó con la mano en el aire, mirando cómo se alejaba su figura, levantando una ceja en alto. Ella aún no lo rechazaba. A pesar de que él podía ver el cansancio en su mirada. Había usado ciertas estrategias para hacer que abandonara la idea