Capítulo 223

Lucía calculó los días, y faltaban justo veintidós días para que terminara el período de enfriamiento. Quizás en el futuro no sería necesario que Wálter trajera a Brisa. Él se casaría con ella; ella podría venir en cualquier momento. Ver las noticias y verlos en persona, después de todo, no era en realidad lo mismo. Ella respiró hondo, y sin desviar la mirada, caminó con firmeza por el sendero de ladrillos azules hacia la villa. —La diseñadora Lucía.— Brisa, siempre tan perceptiva, de repente soltó el brazo de Wálter. —Llegas justo a tiempo para el almuerzo. Su tono era el de una anfitriona. Lucía se detuvo y se volteó de reojo para mirarlos a ambos. Wálter, para su sorpresa, era el hombre de la casa, y su manera calmada y segura de estar medio paso detrás de Brisa le daba a ella la confianza de sentirse en casa. —Entonces, ¿señorita Brisa se quedará a comer? Sus claros ojos solo le dieron una mirada fugaz a Wálter. Brisa parecía estar avergonzada, como si Lucía hu