Capítulo 289
Un fin de semana, Lucía se tomó un día libre.
Fue al hospital a ver a Honorato y se encontró con Pablo.
Pablo le dijo: —La situación del paciente es ahora bastante estable, si se logra o no, depende del último tratamiento.
—¿Cómo se hace? —preguntó Lucía.
—Estimularlo para ver si puede salir de su estado emocional, si lo logra, habrá triunfado, pero si no... —Pablo suspiró—. Estará acabado.
Lucía se tensó, mirando hacia la habitación de Honorato.
A través de la ventana, vio al joven envuelto en la luz del sol matinal, vistiendo un pijama de franela ligera, sentado en la cama.
Su cabello corto había crecido un poco, y su piel lucía pálida con una enfermiza blancura.
Aunque no había vuelto completamente a su estado anterior, se podía encontrar un vestigio del chico soleado que solía ser.
—¿Apostamos? —Pablo siguió su mirada y asintió—. Es un chico alegre y encantador, realmente da pena.
—Apostemos —Lucía asintió sin dudar.
Pablo pensó por un momento y dijo: —Dame una semana para diseñar

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.