Capítulo 84

Fue solo cuando la situación se volvió algo tensa que Lucía se atrevió a desafiar por segunda vez sus límites. No debería haberse apresurado a buscarla y traerla de vuelta. Debería haber esperado a que ella regresara por su propia voluntad, sumisa a su lado. Quizá, por un momento, no entendiera la magnitud de lo que tenía; estar a su lado era una gran suerte. Pero él no podía permitir que ella trastocara su vida de esa manera. Si quería regresar a lo de antes, no le importaba... Usar algunos métodos. —Lucía, algún día, tarde o temprano, ¡me suplicarás para tener sexo conmigo! De repente, soltó su barbilla. Lucía ya estaba tan dolorida que sus ojos se enrojecieron. Observó cómo su rostro cambiaba de ira a serenidad, como si hubiera tomado una decisión. Wálter se dio la vuelta y salió, tomando un cigarro y un encendedor de la mesita de noche, y abandonó el cuarto. Lucía pasó la noche sin dormir, inquieta, sintiendo una ansiedad profunda. Cuando el amanecer se acercaba, se quedó dormida,