Capítulo 24

—Yo no... Yo no lo haría, solo quería que ella te pidiera perdón y se disculpara contigo. Si quieres que yo pague por mis errores, también puedo hacerlo. Julio intentaba explicarse, completamente perdido, tratando de acercarse a Silvia; pero al ver el miedo reflejado en sus ojos, no se atrevió a dar un solo paso más. Miguel estaba listo para cualquier imprevisto y, dándole unas suaves palmadas en la espalda a Silvia, la consoló con voz apacible. —Tranquila, no dejaré que vuelva a tener oportunidad de hacerte daño. En cambio, al encarar a Julio, su expresión se volvió inmediatamente sombría. —¿Tú mismo te crees lo que acabas de decir, Julio? Si de verdad quisieras expiar tus culpas, ¿de verdad necesitarías la aprobación de Silvia para hacerlo? ¿O es que simplemente no te atreves? Sin esperar la respuesta de Julio, Miguel continuó: —Quieras o no, es irrelevante. ¡Ahora mismo te llevaré a pagar por tus errores! Apenas terminó de hablar, varios guardaespaldas se adelantaron, ataron a Julio