Capítulo 89
Los ojos de Ramón se calmaron poco a poco.
Se inclinó ligeramente, sirviendo agua mientras sonreía: —Simplemente me parece increíble. Antes ignorabas a Adriana, y ahora que estás a punto de ser libre, has cambiado de opinión.
Dicho esto, colocó un vaso de agua frente al hombre.
Salvador lo miró brevemente: —No quiero agua, ¿tienes licor?
Ramón levantó una ceja: —¿Beber en la mañana?
—¿Quién dijo que no se puede beber por la mañana?
—¡Espera un momento!
Ramón se levantó para buscar licor.
Cuando regresó al sofá, traía una botella de brandy y dos copas.
Los ojos de Salvador eran inescrutables. Sus largos dedos dieron un leve toque al cigarrillo a medio consumir, dejando caer la ceniza antes de llevarlo nuevamente a sus labios.
Ramón, con calma, sirvió el licor: —No necesitas preocuparte. No divorciarse tampoco es malo. Vive bien con Adriana. Aún tienes tiempo. Con tus cualidades, hacer que te vuelva a querer no debería ser difícil.
Su humor empeoró: —Incluso tú te has dado cuenta de que

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.