Capítulo 36

Los ojos de Daniela se tiñeron de una sombra de duda. ¿Salvador se niega a firmar el acuerdo de divorcio? ¡Imposible! Durante todos estos años, ella había comprendido que la relación entre ellos estaba irremediablemente rota. Salvador apenas había regresado a Villa Nube Serena unas cuantas veces. Además, aunque ella vivía en el extranjero, Salvador viajaba con frecuencia por motivos de trabajo, por lo que se encontraban de vez en cuando. Sin embargo, él nunca mencionó a Lorena, lo que demostraba que ya la había dejado atrás. Una expresión feroz cruzó sus ojos. Lorena tiró de Amelia, colocándola detrás de sí, y habló con voz suave: —Amelia, pídele disculpas a la señorita Daniela. Amelia se quedó estupefacta, temblando de ira. —¿Yo pedirle disculpas? ¡¿A esta desvergonzada, por qué?! Apenas terminó de hablar, la voz fría de Salvador resonó: —¿Acaso la familia Ortega no te ha enseñado modales? A tu madre no debe de gustarle mucho tu actual trabajo, ¿verdad? El cuerpo de Amelia se tensó y