Capítulo 64

Salvador había concertado otra reunión con copas esta noche, a las ocho y media, con Ernesto, de la Empresa Brisa. Después de unos tragos, la actitud de Ernesto seguía siendo relativamente respetuosa. —Señor Salvador, no es que no quiera hacerle el favor, pero el señor Manuel ya me advirtió desde temprano. Ahora que su hijo está en estado vegetativo, aunque yo quiera colaborar con usted, también tengo que considerar su posición. Él y yo fuimos compañeros de clase, y el aprecio entre compañeros también cuenta. Salvador sostenía su copa entre los dedos. Al escucharlo, sonrió levemente. —Compañía Estelar lleva años dominando el mercado de materias primas, y ahora además goza del favor del gobierno. En su momento, ustedes se desarrollaron juntos, y entiendo que usted, señor Ernesto, por nostalgia, no le arrebató a sus clientes. Pero, si no me falla la memoria, los pedidos más importantes de Compañía Estelar fueron precisamente los que le quitó a Empresa Brisa, ¿no? Aunque en ese entonces C