Capítulo 69

—Este puesto normalmente lo ocupan los parientes de los altos cargos. Los compañeros suelen hacer comentarios desagradables. No tengas miedo. Si alguien te incomoda, respóndeles. Lorena asintió y esbozó una leve sonrisa: —Está bien, ya no quiero ser una mujer débil. —Así está mejor. Lorena aceptó el puesto y, en ese momento, fue con Óscar a completar los trámites de ingreso. Como era él quien la acompañaba personalmente, inevitablemente provocaron algunos comentarios entre los demás. Lorena no les prestó atención. Cuando terminó de gestionar su credencial de acceso, se topó en la sala de descanso con Salvador y Daniela. Daniela no trabajaba en la Corporación Luminis, pero al parecer ya se sentía como en casa. Las oficinas de Salvador y Óscar estaban en extremos opuestos, separadas por un largo pasillo. A menos que hubiera una reunión importante, rara vez coincidían. Además, en ese piso había tres salas de descanso, pero Lorena, con su mala suerte, entró justo en la que estaban Salvador