Capítulo 72

—Tengo tres reuniones más. Cuando terminen, iré al hospital. Daniela bajó la cabeza y levantó la mano para tocarse la mejilla. Salvador alzó la mano y la rozó suavemente en el rostro. Las marcas de los dedos eran muy visibles, lo que dejaba claro que Lorena no se había contenido en absoluto. —¿Te duele? Apenas esas palabras salieron de su boca, las lágrimas de Daniela comenzaron a fluir: —Estoy bien. Lorena está pasando por un mal momento. Lo entiendo. —Me alegra que lo hagas. Últimamente, de verdad no está bien emocionalmente. No dejes que otros se enteren de esto, no quiero que vuelvan a criticarla. Los dedos de Daniela, colgando a un lado, se apretaron aún más, tanto que los nudillos se pusieron blancos. —Lo sé. En ese momento, Raúl encendió el auto, interrumpiendo directamente la conversación entre ambos. Salvador se quedó en el lugar, sacó un cigarrillo y, tras fumar solo la mitad, se puso aún más irritado y tiró la colilla al basurero al lado. Cuando regresó a la oficina en el úl