Capítulo 96

Salvador se sentía irritado, con el entrecejo fruncido: —No lo sé. Me voy primero. Tomó el abrigo que estaba al lado y se dirigió hacia la puerta. Vicente, que se quedó, miró a Gonzalo visiblemente molesto y bajó la mirada: —Si quieres saber sobre Daniela, ¿por qué no la llamas tú mismo? Tienen buena relación, ¿no? ¿Para qué andas averiguando con Salvador? —Solo quiero recordarle que se divorcie pronto de esa perra de Lorena. Daniela lo ha esperado todos estos años, es una buena mujer. Si él sigue dándole largas mientras está tan íntimo con Lorena, ¿no es eso ser un cabrón? Vicente arrugó la cara y no dijo nada más. Salvador subió al carro y recibió una llamada de Isabella. —Encontré una carta aquí. Ven a verla. Siento que es letra de Lorena. Hace siete años, cuando la familia Herrera reconoció a Lorena como su hija, ella vivió por un corto tiempo —dos meses— en la casa de los Herrera. Luego, le dijo en voz baja que no se sentía cómoda viviendo allí y que quería volver al apartamento q