Capítulo 98

En Villa Nube Serena, ya no le quedaban muchas pertenencias. Le bastaba con una sola bolsa para llevarlo todo. Iba a tomar un taxi de regreso a Villa Silencio, simplemente no quería seguir bajo el mismo techo que Salvador. —¡Lorena! Cuando salió corriendo tras ella, vio que ya se había subido a un auto desconocido. Era un vehículo que ella había pedido antes de regresar. Prácticamente no volvió la cabeza ni una sola vez. Salvador se quedó de pie en el mismo lugar, viendo cómo aquel auto se alejaba lentamente. Se llevó la mano a la frente y se frotó el entrecejo, lo único que sentía era un fuerte dolor de cabeza. Lorena regresó a Villa Silencio. Las ventanas de vidrio ya habían sido reparadas y colocaron unas más resistentes. Se dio una ducha y luego se tumbó en la cama para revisar los comentarios en línea. Ahora que ya no estaba publicando contenido, los temas populares habían bajado de los primeros tres lugares a posiciones más allá del puesto veinte. Seguramente era el efecto del di