Capítulo 23

Luego, ambos entraron juntos en la habitación del hotel. Me quedé parada, observando hasta que la puerta se cerró y, entonces, bajé a cenar. A pesar de que, antes de bajar, estaba muy hambrienta y había muchas cosas que quería comer, ahora, mirando el menú, no tenía apetito alguno. La camarera esperaba pacientemente a un lado, sin mostrar signos de impaciencia en su rostro. Me sentí un poco mal y le pedí que me recomendara el menú del día, mientras esperaba aburrida. No podía dejar de pensar en la imagen de ellos entrando juntos en la habitación; supuse que su relación debía ser ya muy cercana. Pero... Entonces recordé la noche en que me besó, y de repente me pregunté, ¿qué soy yo para él? ¿Soy solo un gatito con el que juega cuando está aburrido? ¿O algo despreciable con lo que juega cuando le apetece? Los utensilios que tenía en la mano casi se doblaban bajo la fuerza de mi agarre. Tomé una profunda respiración y me levanté para irme. Al día siguiente, temprano,