Capítulo 51

—¿Qué pasa con Gabriela?— preguntó el doctor Daniel. —Tengo algo esta tarde, le pedí que me permitiera entrar antes. Simplemente me ignoró,— recordó Sofía, molesta, ya que Gabriela siempre adoptaba una actitud confrontativa hacia ella. —Es nueva en el trabajo, aún no está muy familiarizada. El doctor Daniel lo dijo con calma, redactó una receta y se la entregó a Sofía. —Aquí tienes la receta, ve a la farmacia a buscar los medicamentos. Tómalos un tiempo y luego regresa para un seguimiento. Sofía miró a Gabriela con desdén antes de marcharse. Daniel miró hacia Gabriela y dijo: —No te preocupes, siempre hay pacientes irracionales en el hospital. Ella cree que por tener algo de dinero, puede gozar de privilegios. Gabriela respondió: —No me importa. Daniel asintió: —La próxima vez, tampoco la dejes adelantarse en la fila. —Entendido. Gabriela respiró hondo, sintiéndose desanimada por tener una madre así. —A propósito. Hay algo más que quería preguntarte, ¿conoces al médico milagroso Miguel