Capítulo 49 ¿Te pondrías triste?
—Mariana, ¿qué debo hacer? ¿Y tú qué piensas... qué piensas hacer?
Los dedos de Pablo temblaban levemente.
Su cabello caía hacia adelante y, con un cuerpo algo más delgado de lo normal para alguien de su edad, sumado al enrojecimiento de sus ojos, parecía a punto de quebrarse en pedazos.
Mariana se detuvo un instante.
Al fin y al cabo, tampoco había imaginado que divorciarse de Enrique sería tan difícil.
La actitud de Enrique hacia ella siempre había sido distante y hostil.
Por eso, Mariana creyó que, con solo proponérselo, él aceptaría de inmediato, e incluso le arrojaría todas sus cosas a la calle.
Pero, ¿quién iba a imaginar que al final las cosas terminarían así?
Mariana bajó la mirada y, tras quedarse observando su vientre por un momento, dijo: —Pablo, no puedo poner en juego tu futuro.
Al oírla, los dedos de Pablo se cerraron con fuerza.
Mariana sabía lo que él estaba pensando, así que lo interrumpió sin rodeos: —Sé que no quieres depender de nadie, pero... ¿Y si la familia Sánch

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.