Capítulo 61 No golpeo a las mujeres
Enrique soltó su mano de inmediato.
Aquel rápido gesto de apartarse dejó a Mariana un instante desconcertada.
Solo después de unos segundos comprendió que Enrique, en realidad, acababa de burlarse de ella.
Su cara se tiñó de un rojo intenso y apretó los dientes con fuerza.
Pero, cuanto más reaccionaba así, más parecía divertirse Enrique.
Con una media sonrisa y, tras lanzarle un par de miradas, él se inclinó para recoger su celular del suelo.
Fuera lo que fuera que le dijeron al otro lado de la línea, su frente se frunció de inmediato.
Mariana ya no lo miró; se giró, dispuesta a volver a la cama para descansar. Pero, de pronto, Enrique le sujetó la muñeca.
—¿Qué haces? ¿Todavía no te cansaste de tu chiste?
Dijo Mariana con enfado, intentando apartar su mano.
Enrique le ordenó: —Cámbiate de ropa, vas a salir conmigo.
—¿Qué?
Él no se lo explicó.
Mariana, sin intención de seguirle el juego, replicó: —Voy a dormir.
Y, dicho esto, intentó apartar sus dedos.
Enrique, como si hubiera previsto

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.