Capítulo 16
Era la primera vez que Emilia entraba al sótano de Alberto.
Antes, ella ya había entrado en secreto una vez, cuando Alberto estaba castigando a un subordinado que lo había traicionado.
Los lamentos no cesaban ni por un instante, y el sonido era tan aterrador que ponía los pelos de punta.
Emilia lloraba y gritaba, suplicándole sin cesar a Alberto que la perdonara.
Pero la persona frente a ella parecía un demonio. Cuanto más le rogaba, más profunda se volvía la sonrisa en el rostro de él.
—Emilia ay, Emilia, no importa lo que hagas, no debiste hacer todo esto, en contra de Esther. Para casarme con ella, ¿sabes todo lo que he hecho?
—Te compensé porque me dabas lástima, ¡pero jamás pensé que te atreverías a poner tus ojos en mi Esther!
—¡Qué estúpida fuiste!
Solo con una mirada, Emilia temblaba de pies a cabeza y se retorcía con desespero, tratando de soltarse de las cadenas de hierro.
Porque, no muy lejos de allí, un guardaespaldas sostenía a un corpulento perro negro, que se veía absolu

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.