Capítulo 107

En aquel momento, fue la propia señorita Carmen quien les dijo a las sirvientas que la señorita Rocío había decidido que no era conveniente vivir tan cerca del señor Tomás, así que ella voluntariamente cedió su habitación a Carmen, la futura cuñada. Pero ahora, al escuchar las palabras de doña Isabel, las empleadas comenzaron a sospechar que la verdad no era esa. Parecía más probable que la señorita Carmen no pudiera tolerar a la señorita Rocío y que la hubiera expulsado a propósito. Estas sirvientas habían trabajado en casa de los López durante muchos años, y muchas habían visto crecer a la señorita Rocío. Al conocer la verdad, de repente, la forma en que miraban a Carmen ya no era tan amistosa. Incluso al mover las cosas, todos los cambios fueron bruscos a propósito. Carmen, sintiéndose dolida y furiosa, se sentía extremadamente humillada. No esperaba que Isabel le quitara la dignidad de esa manera. —Doña Isabel, ¿ha habido algún malentendido? —Carmen, conteniendo su ira, forzó una s