Capítulo 241
—Realmente no había notado que tenías tales ambiciones, ¿pretendes llevarte la mitad de mis bienes solo con divorciarte? ¿Ese es tu objetivo?— Luis lanzó el acuerdo sobre la mesa con fuerza, y se burló, —Es ridículo.
Ana no se enfadó, miró tranquilamente a Luis y recogió el acuerdo de divorcio, pasando hasta la última página.
Tocó con la punta del dedo el lugar donde Luis debía firmar, recordándole: —Ya firmé mi nombre, ahora te toca a ti.
En cuanto Luis firmara allí, el acuerdo de divorcio entraría en vigor y ella podría finalmente liberarse de la cárcel del matrimonio.
—¿Esperas que firme esto? Ilusiones—, Luis apartó su mano, y el papel se cayó de las manos de Ana, esparciéndose por el aire hasta caer al suelo. Su mirada hacia Ana estaba cargada de decepción y enojo, riendo con frialdad, —No firmaré el acuerdo de divorcio, ¡y no esperes llevarte ni un centavo mío!
Ana observó tranquilamente esa cara enfurecida, y de repente sonrió.
La expresión de Luis cambió levemente, frunció el c

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