Capítulo 279

¿Qué acababa de decir Luis? ¿Le había pedido que no hiciera enojar a Ana, esa despreciable mujer? Antes, él siempre estaba de su lado. ¿Y ahora se atrevía a advertirla… por Ana? Laura tambaleó levemente, sintiendo un vértigo abrumador, como si el cielo se desplomara sobre ella. Durante estos cuatro años en la familia López, casi todo le había salido a pedir de boca; salvo que Luis siempre se negó a divorciarse de Ana y darle el estatus que ella merecía, lo demás lo había conseguido todo. Lo que antes no podía comprar, ahora simplemente lo tenía al alcance de la mano y lo derrochaba sin reserva alguna. Quienes antes la despreciaban, ahora se inclinaban ante ella con humildad y la colmaban de atenciones. Con una vida de vida y derroche, ¿cómo iba a estar dispuesta a renunciar tan fácilmente? ¿Y cómo podría aceptar volver a aquellos días en los que debía vivir dependiendo del humor de los demás? Aunque tuviera que morir, terminaría su vida en la familia López. Si Carmen no lograba casarse