Capítulo 292
Los ojos de Tomás se iluminaron de repente; miró a Rocío, con una chispa de esperanza en su mirada.
—Rocío, ¿te estás preocupando demasiado por mí?
—No. —Rocío lo negó de manera tajante, con un tono tranquilo.— Solo no quiero deberte nada más. Además, te enfermaste por salvarme. Si por eso te ocurre algo, no quiero cargar con la culpa.
El brillo en los ojos de Tomás se fue apagando poco a poco.
Aquel indicio de esperanza se transformó en una ligera autocompasión.
Claro.
¿Qué estaba esperando en realidad?
¿Que si se arrepentía, Rocío lo perdonaría?
¿O que, al hacer algo por ella, Rocío se calmaría?
Ella no lo haría.
La niña a la que él mismo había formado jamás se conmovería ni perdonaría a alguien por tan poco.
Incluso él mismo no podía perdonarse lo que había hecho en el pasado.
Que Rocío no lo perdonara esto era lo justo.
Y, aun así, en el fondo, él seguía albergando una vana ilusión y esperanza, negándose por completo a soltarla.
Tomás curvó los labios en una amarga sonrisa. Miró a

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.