Capítulo 18

Juan y Natalia recibieron la noticia y acudieron apresuradamente. Lo primero que hizo Natalia fue propinarle una fuerte cachetada a Salvador, señalándolo con el dedo frente a la cara mientras lo insultaba a gritos. —¿Qué demonios le hiciste a mi hija para que reaccionara de esta manera? Si a ella le pasa algo, no pienses ni por un segundo que la familia García dejará esto así. Salvador parecía un muñeco de madera, completamente ajeno a todo, dejando que Natalia lo golpeara y descargara sobre él toda su furia. Este asunto incluso alarmó a la familia Ruiz. Manuel Ruiz, avergonzado hasta no poder levantar la cabeza, se inclinó profundamente y pidió disculpas a Juan y a Natalia: —Fue culpa mía por no haber educado bien a mi nieto. Por favor, no se enfaden; me encargaré de que él les dé una explicación. Natalia sostuvo la mano de Sofía y, al ver su cara pálida, sintió un dolor tan profundo que los ojos se le llenaron de lágrimas. —Si Salvador y Emilio se enamoraron de Valeria, podrían haber