Capítulo 72

Ella se asustó y, de manera instintiva, agarró lo que tenía a mano. La velocidad de descenso del ascensor era tan rápida que Ignacio también perdió un poco el equilibrio. Rápidamente, abrazó a Leticia, dio un paso largo hacia la esquina, agarró el pasamanos con una mano y, con la otra, la sujetó, manteniéndola fija en su abrazo. ¡Krrr! Sonó un ruido mecánico y el ascensor se detuvo de nuevo. Aún asustada, Leticia se desplomó sobre el pecho de Ignacio. Respiraba profundamente. El aire caliente que exhalaba caía todo sobre la nuez de Adán de Ignacio. No podía evitar resultar algo tentador. El cuerpo de Ignacio se tensó, inmóvil. Leticia aún no se había recuperado del susto. Pasaron unos diez minutos, el ascensor no descendió más, Leticia comenzó a recuperar la consciencia, tranquilizándose un poco. Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba atrapada en la esquina, con la espalda contra la pared y frente a ella, el pecho firme de Ignacio. Ambos estaban en una postura de abrazo. A pes