Capítulo 23

Morir simplemente carece de diversión; sería mucho más interesante dejar que Viviana contrajera el VIH, sufriendo de esta manera una vida peor que la muerte. En ese momento, Dolores se acercó diciendo: —Susanita, te llevaré a conocer a algunas personas. Ella llevó a Susana con una sonrisa radiante, y mientras caminaban, bajó un poco la voz para preguntar: —¿Todo está arreglado? ¿Firmó el acuerdo de compensación? Susana se quedó sorprendida por un instante, luego respondió con seguridad: —Por supuesto, mañana te traeré el acuerdo. —Estupendo, Susanita, eres en realidad increíble. —Dolores no pudo ocultar su alegría. —No es nada, solo un pequeño truco. Es un honor para mí aliviar tus preocupaciones, señora Dolores. —Eres una buena chica, pronto deberás cambiar de título. —Lo cambiaré ahora mismo, mamá... Ambas se miraron con complicidad y rieron. Susana pensó, después de todo, Viviana ya está muerta, así que el acuerdo no tenía importancia. Cipriano, después de socializar un poco con alg