Capítulo 127

—¿Me estabas evitando? —La voz madura y perezosa de Javier resonó en la habitación. Ana se detuvo en seco y, al no responder, lo admitió en silencio. Podría haber intentado justificarse, pero no sabía mentir. Cuando lo hacía frente a alguien, era fácil descubrirla, así que prefirió no decir nada. —¿Por qué me evitas? —preguntó Javier. Ana arrugó ligeramente la frente. ¿Cómo podía explicarlo? Si lo decía con franqueza, era porque Javier ejercía sobre ella una atracción demasiado fuerte. A los ojos de Ana, Javier había sido un buen hombre. Tanto en sus momentos de amabilidad como cuando la ayudaba o la salvaba, todo en él representaba una tentación. Y, además, era muy atractivo. Sin embargo, los episodios relacionados con Laura habían logrado enfriar el leve sentimiento que Ana había empezado a sentir por él. Ya se había repetido a sí misma que debía verlo solo como un benefactor. Pero Javier volvía a aparecer una y otra vez: la había sacado del bar, le había prestado dinero... Así, para