Capítulo 131
Ana no sabía que Javier ya estaba despierto.
Tocó con satisfacción el pequeño lunar en la comisura del ojo de Javier y se sintió muy feliz.
Con movimientos silenciosos, se lavó y se arregló, convencida de no haberlo despertado. De buen humor, salió rumbo al mercado para trabajar.
Su ánimo era tan bueno que el sonido del cuchillo cortando las espinas de los peces resonaba con más fuerza que de costumbre.
Al terminar su jornada, Ana fijó la mirada en el estanque de los peces.
—Pilar, quiero comprar un pescado.
—Escoge el que quieras y atrápalo tú misma. Con lo ahorrativa que eres, ¿cómo es que hoy te animas a comer pescado?
Ana respondió con un orgullo evidente: —Voy a cocinarlo para la persona que me gusta.
Eso despertó de inmediato la curiosidad de Pilar. —¿Anita, tienes a alguien que te gusta? ¿Cómo es? ¿A qué se dedica? ¿Tiene buena posición?
Ana contestó sin la menor reserva: —Es el que nos llevó al hospital aquella vez que te enfermaste, Pilar. Es muy guapo, creo que es jefe en su

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.