Capítulo 135

Era la primera vez que Ana se enamoraba de un hombre y de uno tan guapo. Eso hizo que, después de veinte años de ser una chica despreocupada, le naciera por primera vez el deseo de arreglarse. Se había mirado en el espejo y pensó que se veía muy bonita vestida así, que no había ningún problema. Javier arrugaba la frente, sin darse cuenta de que verla con una ropa un poco más reveladora le resultaba desagradable. Era como si se tratara de algo que le pertenecía, algo que no quería que los demás vieran. En ese momento, Ana solo creyó que a Javier no le gustaba su vestido. Sosteniendo la caja de comida, al ver que él no la tomaba, lo miró con esos ojos grandes y brillantes, llenos de expectativa, y dijo: —Javier, la comida que traje está realmente deliciosa. Vas a comerla, ¿verdad? Finalmente, Javier extendió la mano y tomó la caja que Ana le ofrecía. —La comeré. Los ojos de Ana se iluminaron de inmediato. Parecía que con solo saber que Javier comería su comida, ya se sentía completamente