Capítulo 12

—¡Mamá Verónica, ¿de verdad me llevarás a comer helado? —Claro, ¿cuándo te he engañado? Durante esos dos días, a Federico no le agradaba verla. Verónica temía que él llegara a distanciarse de ella, así que ideó la manera de que Orlando dijera algunas palabras buenas sobre ella frente a Federico. Al fin y al cabo, era su hijo biológico; Federico no podría simplemente ignorarlo. Ella curvó los labios en una sonrisa y, tomando de la mano a Orlando, entró en el supermercado. Pero justo cuando él estaba comiendo helado. De repente se sujetó el estómago y cayó al suelo gritando de dolor. —¡Me duele! ¡Me duele mucho la barriga! Verónica, asustada, pidió rápidamente que alguien llamara al 112. Llegaron al hospital y lo ingresaron de urgencia. Ella estaba aterrada. Jamás habría imaginado que un simple helado haría que Orlando terminara así. Él había entrado en la habitación del hospital hacía poco. Federico llegó de inmediato y, sin decir una sola palabra, fue directo a la habitación del hospit