Capítulo 20

Antes de la conferencia, Luisa debía familiarizarse con el proceso quirúrgico. Esa era una de las cirugías de mayor impacto en Argélica. Tenía que realizarla a la perfección. Sin embargo, al entrar en el laboratorio, descubrió que faltaban muchos instrumentos. Eso no estaba bien. La noche anterior los había preparado todos con claridad, ¿cómo podían faltar ahora? Pero el tiempo que tenía durante el día era limitado; no podía detenerse a pensarlo demasiado. Justo cuando estaba a punto de irse, descubrió que, en algún momento, la puerta había sido cerrada desde fuera. Golpeó con fuerza la puerta; desde el otro lado se escucharon risas burlonas, pero nadie respondió. —¡¿Qué pretenden?! La voz de una mujer, cargada de queja, se filtró por la rendija: —¿Que qué hacemos? ¿Quién te dijo que me quitaras la oportunidad de hablar en la conferencia? Ya que eres tan capaz, ¡a ver si tienes el valor de quedarte en ese laboratorio de por vida! Luisa no sabía quién era la otra persona. Había estado e