Capítulo 21

Él simplemente miraba... No pudo evitar cerrar los ojos; por más ira que sintiera, esta se había apagado, perdiendo poco a poco el control y cayendo nuevamente con ella en esa pasión intensa y brutal... En la amplia y lujosa oficina, la atmósfera se tornó confusa y cargada, el aire caliente y sofocante. El teléfono sobre el escritorio sonó varias veces, y alguien golpeó la puerta desde afuera, pero él lo ignoró todo. Como amante de los deportes extremos y con más de diez años viviendo en el extranjero, Clara siempre se dejaba llevar en estas situaciones: audaz, apasionada, disfrutando cada instante a su manera. Más de una hora después, la tormenta finalmente había pasado. Él se recostó en el sofá, encendió un cigarrillo por costumbre y exhaló el humo en silencio. No se sabía en qué pensaba, pero sus emociones estaban notablemente más estables, y su rostro hermoso mostraba un aire despejado y sereno. Clara sentía que su cuerpo estaba a punto de colapsar; su mente aún revivía cada instan