Capítulo 43

Debido a esa llamada al mediodía, terminé distraída y con un cúmulo de pensamientos desordenados, lo que hizo que mi desempeño en el trabajo de doblaje de la tarde no fuera tan fluido como por la mañana. Para poder terminar a tiempo y salir temprano, tuve que ajustar mi estado de ánimo y esforzarme por concentrarme en la tarea. Como resultado, la hora de salida se retrasó media hora. Después de despedirme de mis colegas, salí corriendo con mi bolso en mano. Justo al bajar las escaleras, vi una figura alta y esbelta apoyada en el mostrador de recepción. No sé si era por su pasado militar, pero a pesar de su postura relajada y desenfadada, su aire distinguido y elegante todavía hacía que las mujeres que pasaban se giraran para mirarlo, aunque ninguna se atrevía a acercarse a hablarle. Después de todo, ese aura que desprendía no era fácil de ignorar. —Lo siento, tuve que quedarme más tiempo en el trabajo, espero no haberte hecho esperar demasiado. Sergio parecía no importarle en absoluto,