Capítulo 11

Antonella rompió en una risa entre lágrimas y se acurrucó en su pecho, aunque en el fondo de sus ojos brilló una chispa de triunfo. Para demostrarle al mundo este nuevo comienzo, Nicolás empezó a presentarse con ella en todos los eventos sociales de alto nivel. Le compraba joyas carísimas, la llevaba a subastas exclusivas y hasta reservaba restaurantes solo para ella. Antonella se mostraba encantadora en público, siempre dulce y obediente. Pero solo Nicolás sabía el cansancio que había detrás. Sus caprichos y exigencias iban en aumento. Un día se quejaba del avión, otro del champán del yate, otro porque él no canceló una reunión para llevarla a ver la aurora en Islandia. Si no conseguía lo que quería, rompía cosas. Cada vez que eso pasaba, Nicolás recordaba que ella le había salvado la vida y terminaba cediendo. Pero la irritación y el vacío dentro de él crecían más y más. A veces pensaba en que, durante los cinco años anteriores, Mariana nunca le había pedido nada. Siempre estaba tran