Capítulo 216

Doña Lorena no percibió ningún matiz especial en el tono de Ximena; la notó tan serena como siempre. Por eso le preguntó con afecto: —Yo pensaba que volverías a casa con Diego, ¿ya está lista esa casa? ¿Quieres que les mande una empleada doméstica para ayudarles? Diego tenía muchas propiedades a su nombre, así que bastaba con elegir una según las necesidades, y también se podía mandar a alguien para que la pusiera en orden cuanto antes. Pero, como ambos estaban ocupados, era normal que, en el día a día, la relación resultara un poco distante. Ximena respondió con amabilidad: —No hace falta, abuela, ya lo hemos arreglado todo nosotros. —Me alegro. —asintió doña Lorena, pero no pudo evitar preguntar: — ¿Por qué de repente han decidido reformar toda la casa? ¿No estaban viviendo bien ahí? Además, solo habían pasado poco más de tres años desde la última reforma. Ella recordaba perfectamente que aquel año Ximena se había desvivido para que la casa quedara perfecta. Ximena bajó la mirada y f