Capítulo 218

Doña Lorena, al ver que Ximena regresaba, se acercó sorprendida y le tomó la mano con alegría: —¿Por qué has tardado tanto en volver? ¿Acabas de salir del trabajo? Ese mismo día la había llamado por teléfono y pensaba que Ximena no podría visitarla en mucho tiempo. Ximena le respondió a doña Lorena con su habitual amabilidad: —Sí, acabo de salir de la empresa. ¿Hoy Diego trajo algunas gardenias? Quisiera llevarlas a la oficina. Doña Lorena se quedó pensativa. —Sí, así fue. Dijo que eran tus favoritas. Como la casa de allí ya la demolieron y pronto comenzarán las obras, las flores no sobrevivirían si las dejábamos ahí. —Por eso quiero llevarlas primero a la oficina, así me resultará más fácil cuidarlas. —añadió Ximena, siguiendo la conversación. —Déjalas aquí de momento, Xime, ven a ver —dijo doña Lorena, llevándola hacia el invernadero a la izquierda de la entrada. Ximena vio entonces varias plantas que habían sido trasplantadas. Durante estos más de dos meses no había podido ocuparse