Capítulo 144
—Yo...
Alejandro temblaba intensamente, invadido por un frío invernal, y aun así, sudaba profusamente.
Sus ojos giraban sin cesar, incapaces de encontrar una salida a su situación.
Solo podía suplicar una y otra vez: —Señor Danilo, Señor Hernán, reconozco mi error. ¡Juro que no volveré a hacerlo! Por favor, les suplico, ¡déjenme ir esta vez!
—¿Dejarte ir? —Hernán soltó una risa burlona: —Cuando tú dejaste ir a mi Yari, ¿no es cierto?
—¡Hoy lo dejo claro aquí! Las injusticias que Yari ha sufrido, las compensaré el doble.
Mil veces, diez mil veces...
El sudor frío en la frente de Alejandro se intensificaba mientras lanzaba una mirada furtiva a Yaritza, cuyas heridas eran visiblemente terribles. Si las retribuciones fueran multiplicadas por miles, ¡seguramente lo matarían!
Aunque estaba en manos de Danilo, no sentía tanto miedo, pues Alessia había prometido que, aparte de algunas lesiones leves, no le harían pagar un precio más alto. Samuel también había colaborado con Alessia y, tras alg

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.