Capítulo 98

—¡Basta, deja esa actitud! —Regresa y diles que Antonio no tiene derecho a ingresar a la Universidad Estrella. —¡No importa cuánto lo intenten disfrazar, un hombre común nunca podrá fingir ser un genio! Fernando habló con una voz fría y se levantó para marcharse. No deseaba mantener ni el más mínimo diálogo con la gente de la familia Vargas. —Realmente no sé, vine aquí para hablar sobre este cuaderno. Laura extrajo el registro de préstamos. Cuando Fernando lo vio, frunció el ceño. Ese cuaderno había sido suyo. Durante aquel tiempo, solo podía escribir en él las injusticias que sentía en su corazón. Después de renacer, ya lo había olvidado. No esperaba que resurgiera. —¡No tengo nada que discutir contigo! Fernando lo rechazó. —¿Todo lo que está escrito aquí es cierto? Laura se posicionó frente a Fernando, mirándolo con profunda preocupación. —¿Importa la respuesta? La sonrisa de Fernando era amarga, lo dijo con tono frío. —Realmente no sabía que habían ocurrido tantas cosas antes, quier