Capítulo 33
Al oír la pregunta de Lilia, los ojos de Yago se iluminaron al instante; miró a Carolina con expectación, casi a punto de gritar: "¡quiero estar con Lilia!"
"¡Quiero estar con ella!"
Sara cerró los ojos un momento y lo jaló con fuerza hacia su lado. —Recuerdo que antes dijiste que la señorita Lilia prefería los sabores suaves, pero a mí me encanta lo picante. Como rara vez tenemos la oportunidad de salir, quiero comer algo bien condimentado. Carolina, ¿puede ser?
Carolina la miró con sorpresa y luego esbozó una leve sonrisa.
—Está bien. —Después dirigió la mirada a Lilia, con aparente pesar—. En ese caso, no los molestaremos a ustedes.
Su figura era esbelta y, aun así, de porte impecable; con aquellos ojos brillantes y dientes blancos, la luz que caía sobre su cara realzaba aún más sus rasgos delicados y luminosos. En la claridad de sus pupilas, llenas de destellos, parecía encerrar una belleza extraordinaria.
Sin esperar la respuesta de los demás, ya se había dado la vuelta llevándose

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.