Capítulo 77

Melchor bajó la mirada, conteniendo la cólera y la impaciencia que asomaban en el fondo de sus ojos. Al cabo de un instante volvió a alzar la cabeza y, fingiendo ligereza, dijo: —Sí, ella quiere romper, pero después de tantos años de relación, yo la amo mucho. Ya estoy tomando medidas para remediarlo y también espero que todos puedan ser testigos. Sonrió; sus cejas y ojos irradiaban una ternura envolvente. —Prometo que haré todo lo posible por recuperarla. Sacó de su bolsillo una cajita de anillo y, de inmediato, las cámaras se enfocaron en ella. Un periodista exclamó con leve asombro: —¿Es un anillo de compromiso? ¡Qué hermoso! —Es el modelo estrella de la casa Brillo Eterno, ¡carísimo! —¡Vaya, no imaginábamos que el señor Melchor fuera tan detallista! ¿Podemos esperar entonces una buena noticia suya? —Dios mío, ¡el señor Melchor ya tiene preparado un anillo de compromiso y hasta lo hace público! Él realmente adora a Carolina. Tiene un aire casi etéreo, como ajeno al mundo, y no esper