Capítulo 324

—Eso no es cierto. Entre él y yo es imposible, no somos del mismo mundo. No me gusta, pero admiro mucho su talento para los negocios. Especialmente después de lo que pasó con los latigazos, ella pudo ver con mayor claridad su propia posición. Antes, tenía la esperanza de que tal vez era un poco diferente a las demás mujeres, pero ese cheque de setecientos mil dólares fue como una bofetada que la despertó de inmediato. —Ignacio, entre él y yo solo hay una relación de conveniencia. Si has escuchado algún rumor, es falso. Yo solo quiero que la empresa de la familia Flores se fortalezca, de lo contrario, no me habría presentado ante el jefe Pedro. La fuerza que la rodeaba por la cintura se fue intensificando poco a poco, casi hasta el punto de asfixiarla. Ella suspiró, pensando que, una vez más, era la inseguridad de él la que se manifestaba. Él sentía que no podía compararse con Pedro. Le dio unas palmaditas en el dorso de la mano, como una forma de consolarlo. Esa noche no hicieron nada