Capítulo 434

Manuel se acercó a la cama, se inclinó y cubrió a Lorena con la manta, dispuesto a levantarla en brazos. Pero en ese momento, Juan dio un paso adelante. —¿Cómo sé que no me estás engañando? ¿Cómo puedes demostrar que eres amigo de Lorena? Manuel alzó las cejas y esbozó una ligera sonrisa. —Si llamas al novio de la señorita Lorena desde su propio teléfono, lo sabrás, pero la situación de la señorita Lorena no puede esperar más. A Juan no le apetecía llamar al novio de Lorena, su expresión se volvió sombría. —Voy a ir contigo. Manuel que hasta ese momento había sido bastante cortés, dejó ver ahora una mirada afilada. —Eso no va a ser posible. —¿Por qué? Juan, de inmediato, se puso en guardia, extendiendo los brazos como un escudo frente a Lorena para protegerla. —Si no me dejas ir contigo, no pienso apartarme. Manuel arrugó la frente. Se apartó a un lado y habló por teléfono con alguien; del otro lado hubo un largo silencio, hasta que de repente soltaron una frase. A los ojos de Juan, aq