Capítulo 454

Juan no comprendió el significado de aquellas palabras; simplemente se quedó mirando a Carmelo, perdido en sus pensamientos. Carmelo, como si hubiera sentido su mirada, giró la cabeza hacia esa dirección y, tras un instante, volvió a sonreírle a Lorena. Nadie supo de qué hablaron después; ambos se levantaron juntos y salieron del hospital caminando uno al lado del otro. Ellos sí parecían verdaderos hermanos. Juan corrió la cortina de la ventana de su habitación y regresó despacio para sentarse al borde de la cama. Para entonces, Sara ya no estaba allí; había bajado para llamar a Josefina y preguntarle cuáles eran sus planes. Antes, ya la había amenazado: si no la ayudaba a deshacerse de Lorena, la denunciaría sin dudarlo. Josefina le respondió con un tono tranquilo y pausado. —Sara, mañana es Nochevieja. Voy a preguntarle a Lorena con quién piensa cenar, si irá con Juan o si acompañará a ese misterioso novio que tiene. ¿Sabes cuál es la manera más eficaz de destruir a una mujer? Sara n