Capítulo 46
Lorena estaba sentada en el automóvil, sacando un desinfectante en aerosol que llevaba consigo para limpiar la herida de la rodilla.
Desde allí hasta Valle del Norte se necesitaban dos horas, y ella no tenía tiempo para esperar a que la herida sanara por sí sola.
Sofía le pasó una botella de agua mineral, con un tono de voz compungido: —Lorena, no te sientas mal. Cuando regrese a la compañía, si escucho a alguien hablar mal de ti, definitivamente te defenderé.
Lorena roció unas cuantas veces y se rió: —No importa. Las bocas están en los cuerpos de otras personas, que digan lo que quieran.
Sofía observó su rostro sereno y tardó un rato en hablar: —De hecho, tengo un amigo que trabaja en tu mismo departamento, y no te quieren mucho. Pero antes tú y Yago se llevaban bien, fue hace varios años. Luego no sé qué pasó, empezó a gustarle Gisela.
¿Hace varios años?
Eso debió de haber sido antes de que Gisela llegara a la casa de los Flores.
Cuando Gisela llegó, todo cambió.
—Lorena, tú y Yago e

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.