Capítulo 503

Alejandro la rodeó por detrás. Desde aquel día, con esos videos como amenaza, había logrado controlar a Andrea. Al menos ella no se atrevía a desaparecer. Sus manos rodearon su cintura y la besó en el costado del cuello. —¿Sigues enojada, Andrea? Nuestro Año Nuevo ni siquiera lo celebramos bien, ¿quién te manda no prepararme un regalo de Año Nuevo? Alejandro tenía esa habilidad, aunque fuera su culpa, siempre conseguía echarle la culpa a los demás. Como ella no le preparó un regalo, eso lo hizo sentir incómodo, así que él también quería que ella se sintiera incómoda. Se mostró como un demonio, con garras y dientes. Andrea estaba algo molesta, pero ni siquiera tenía la energía para enojarse; continuó caminando hacia la cama. Pero Alejandro levantó una esquina de su falda. Ella detuvo sus pasos, esa ira conocida surgió de inmediato, pero se apagó rápidamente. Alejandro comenzó sin preocuparse, y entre sus movimientos se escuchaban sus suspiros de satisfacción. Llevaba una semana sin tene