Capítulo 510

Ella se detuvo al borde de la cama, probablemente porque la atmósfera a su alrededor, tan impregnada de su presencia, la hizo darse cuenta, en ese momento, de que era la intrusa en esa habitación. Ya no dijo nada, se dio la vuelta y salió del dormitorio principal. Al caminar por el pasillo, todavía se sentía incómoda, con esa extraña sensación de frustración que queda después de una pelea, para después reflexionar, sintiendo que no había hecho bien las cosas. Pedro la vio irse, bajó las pestañas y lentamente se recostó de nuevo en la cama, apretando las ropas que tenía en los brazos, y volvió a quedarse dormido. Lo curioso fue que, aunque ella había entrado y causado un alboroto, él se sintió inusualmente relajado, y no pasó mucho tiempo antes de que se durmiera. Hacía mucho tiempo que no dormía tan bien. Pero Lorena no pudo dormir, observó cómo el cielo afuera comenzaba a iluminarse. Se levantó, se lavó la cara rápidamente, se vistió y comenzó a esperar en la planta baja. A las seis d